Nuestra historia
En la década de los 80 comenzamos nuestra singladura en el estudio y aprendizaje de la Terapia Manual, atraídos por la posibilidad de ayudar al elevado porcentaje de personas con padecimientos neuro-musculoesqueléticos.
Tras investigar y profundizar en la mayoría de las técnicas clásicas y las que progresivamente se fueron incorporando a la Fisioterapia Manual Ortopédica, fuimos creando con ahínco y dedicación nuestra propia metodología.
En la actualidad, nuestros esfuerzos van encaminados al estudio de cómo afrontar las patologías mecánicas vértebro-apendiculares y reumatismos articulares, a través de la búsqueda de destrezas diagnósticas basadas en pruebas funcionales e inspección manual de tejidos blandos y articulaciones óseas, así como la práctica de habilidades de intervención terapéutica, fundamentadas en maniobras y manipulaciones aplicadas a los tejidos miofasciales y cápsulo-ligamentosos.
Tratamos de abordar los tres principales agentes causales de los trastornos musculoarticulares que son los factores:
- Biomecánicos. Relacionados con la actividad cinética del cuerpo.
- Bioquímicos. Alimentación, respiración y sustancias de contacto.
- Psicosociales. Afectividad, motivación, sexualidad, stress, ansiedad, ámbito económico y socio-laboral.
Además existen componentes genéticos, medioambientales, climatológicos, etc.
Entre el 80 y el 90% de las dolencias del aparato locomotor-prensilmasticatorio son provocadas, según la actual documentación bibliográfica de que disponemos, por causas mecánicas (ausencia de movimiento, actividades estáticas sostenidas en el tiempo o tareas dinámicas de repetición). En el 10% restante, nos encontramos con enfermedades provocadas por inflamaciones, traumatismos, infecciones y tumores, que pueden tener manifestaciones somáticas a través del dolor referido.
Uno de los signos más evidentes de un tejido enfermo, es la alteración en su proporción molecular. Su manifestación radica en la pérdida de la normalidad estructural y de la función, además hiperalgesia y una perturbación de las condiciones de ese tegumento, variando el tono, la flexibilidad, elasticidad y ocasionalmente la temperatura y otros signos neurovegetativos.
Efectos sobre el aparato locomotor: Nuestro objetivo consiste en la administración sistemática de técnicas que hemos denominado en su conjunto, “Ecuación Miofascial”, consistentes en la aplicación de maniobras que modifican el estado de las disoluciones coloidales, mediante movimientos de compresión, distracción, vibración y oscilación (tixotropismo); consiguiendo así de nuevo la normalización estructural y funcional, la eliminación de trastornos motores, sensitivos y la supresión del dolor.
Efectos sobre el sistema nervioso: La reducción de adherencias en los lechos neurales (caminos por donde discurren nuestros nervios) permitirá una eliminación de la tensión a que están sometidas las estructuras nerviosas y un favorecimiento en el deslizamiento de las mismas, asociándose todo ello a una mejora en el desarrollo del impulso eléctrico.
Efectos sobre el aparato circulatorio: Además, debemos de citar la facilitación sobre la perfusión circulatoria que se produce como consecuencia de la disminución en la presión que reciben arterias, venas y vasos linfáticos en su paso a través de los tejidos blandos.